viernes, 19 de febrero de 2010

Preparan el café del futuro en Turrialba

Por Francisco Jara (AFP) –

TURRIALBA, Costa Rica — En cientos de pequeños frascos plásticos crecen pacientemente unas plantitas, alimentadas con nutrientes microscópicos, con las que científicos costarricenses confían en revolucionar el competitivo mercado mundial del café.

El café 'F1', que los investigadores esperan que dentro de poco comience a ser producido con fines comerciales en cuatro países centroamericanos (Costa Rica, Guatemala, El Salvador y Honduras), es una variedad híbrida desarrollada a partir del cruce de plantas del istmo con otras traídas de Etiopía y Sudán.

Esta nueva variedad de café, que según los entendidos tiene muy buen sabor, es el resultado de un minucioso trabajo de laboratorio que comenzó hace ocho años y que está a punto de dar sus frutos, explica la científica Nelly Vásquez.

"Este café tiene una altísima productividad y una excelente calidad de taza", declara la investigadora a AFP.

El café híbrido fue desarrollado por Vásquez y otros investigadores del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), un instituto internacional creado en 1973, cuyos laboratorios están en el valle de Turrialba, 40 kilómetros al sureste de San José.

En el proyecto participan estos cuatro países de Centroamérica, región que aporta casi una décima parte de las exportaciones globales del grano: 10,5 millones de sacos de 60 kilos en 2009, según la Organización Mundial de Café.

Otros exportadores latinoamericanos son Brasil (30 millones de sacos), Colombia (7,9 millones), Perú (3 millones) México (2,8 millones) y Ecuador (1 millón), mientras que fuera del continente los principales abastecedores son Vietnam (17 millones), Indonesia (6,5 millones) India (3,1 millones) y Uganda (3 millones).

A través de un lento proceso de ensayo y error, trabajando en condiciones de asepsia y a temperaturas adecuadas, los científicos han llegado a esta variedad que podría elevar los rendimientos de los cafetales centroamericanos.

El desarrollo de este híbrido se hizo 'in vitro' a partir de trocitos de hojas, manipulados con pinzas y bisturí, que se colocaron a crecer, alimentados con una gelatina con nutrientes, en total oscuridad durante un mes.

Luego estos trocitos de hojas se pasaron a otros frascos más grandes donde continuaron su crecimiento con luz artificial, por varias semanas, hasta que las plantas alcanzaron el tamaño para ser colocadas directamente en la tierra.

El F1 fue seleccionado, tras experimentar con una veintena de híbridos, debido a su mayor productividad y mejor resistencia a las plagas.

"Tiene resistencia a nemátodos (gusanos)", dice Vásquez, aunque admite que el híbrido posee una dificultad: no se reproduce sexualmente, como las otras variedades de café, por lo que su cultivo obligará a cambiar centenarios procesos de producción en los cafetales centroamericanos.

Las primeras plantas de café llegaron a América (a islas del Caribe) en el siglo XVIII y su cultivo sistemático comenzó en Costa Rica en 1808. El país empezó a exportar en 1832 cuando partió el primer saco hacia el puerto chileno de Valparaíso, con destino al mercado británico.

Pese a los avances logrados en este proyecto, queda un desafío grande por delante: los laboratorios del CATIE no tienen la capacidad ni el personal suficiente para producir las millares de plantas que se requieren para atender las necesidades de los productores centroamericanos.
"No somos un laboratorio comercial, sino científico", explica Vásquez.
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